lunes, 3 de noviembre de 2014

Xenociencia del Gran Devorador



La Flota Enjambre Furia es una Flota Enjambre Tiránida que sigue provocando estragos en el Imperio. En origen era una de las flotas menores escindidas de la Flota Enjambre Kraken cuando ésta resultó derrotada, pero desde entonces ha crecido lo suficiente como para que el Imperio la haya clasificado como una Flota Enjambre de pleno derecho.


Su nombre viene del sistema Furia, situado en el sureste galáctico, en donde Xenotecnólogos decretaron la autonomía del antiguo tentáculo de Kraken como flota propia. Análisis genéticos muestran diferencias sustanciales en el genoma de Furia, pero mantiene la misma base que Kraken, de lo que se deduce un origen común pero posteriormente evolucionado y derivado de forma independiente.

Se cree que la flota se formó de uno de los tentáculos de Kraken que quedó trabado con el Waaagh Aplaztamuchoz que se produjo de forma simultánea en el sector Kiltor, que anegó y exterminó la civilización Tarelliana. Mientras el grueso de la flota continuó su avance hacia el corazón del Imperio, el tentáculo que invadió el sector Kiltor se mantuvo en una guerra prolongada que, paradójicamente, salvó su vida, emergiendo pequeña y solitaria, pero victoriosa, en contraste con el resto de la flota Kraken, que fue exterminada. La pequeña flota pudo haber asimilado las materias primas que obtuvo en su guerra contra orkos y formas de vida nativas, y producido nuevas criaturas para continuar su tarea de consumir mundos. Así ha parecido ir fortaleciéndose hasta que en 998 M41 invadió el sistema Furia con una fuerza ofensiva que ya alcanzaba proporciones peligrosas.
Fue en dicho sistema donde consumió los mundos Argolia, Iraklion y Asterion, saliendo muy fortalecida. Se cree que fue la responsable del culto Genestealer que se arraigó en el vecino planeta Atlas y que, a pesar de la purga llevada a cabo por la 5ª compañía de Salamandras sigue dando problemas en el sector.

Tras fortalecerse y crecer consumiendo tres planetas a su paso, fueron los Eldar del mundo astronave de Saim-hann quienes se encargaron de expulsar la flota del sistema. Pero la singularidad consciente de la Mente Enjambre no se enfrascó en otra guerra de desgaste como con su último enfrentamiento contra los orkos, sino que prefirió dejar una fuerza de combate que atrajera y distrajera la atención de los Eldar, para huir del sistema en busca de nuevas zonas que consumir y así poder crecer. Así, la flota parece rehuir los combates a gran escala en aras de su supervivencia si es necesario, y de momento, le está yendo bien.
Su condición de flota enjambre de dimensiones modestas la ha forzado a actuar de manera peculiar comparada con otras flotas enjambre: toda la flota se mueve de manera conjunta, y no en tentáculos dispersos, que suele ser lo común, para actuar como una única fuerza que actúe de forma rápida y precisa, que aniquila aquello que toca sin desperdiciar demasiadas bioformas de vida en distintos planetas. De esta forma se asegura una entrada en el planeta devastadora e imparable gracias a la fuerza desmedida de un único enjambre con un tamaño difícil de detener.

Además, pierde poco tiempo en la fase de avanzadilla e infiltración típica de los inicios de una invasión tiránida, por lo que es raro ver actualmente bioformas de vanguardia como líctores y genesetealers; en cambio parece mostrar preferencia por bombardeos virales con minas espora desde las naves en atmósfera para aturdir y debilitar la población, al tiempo que libera organismos alados de diferentes clases para romper las defensas bélicas. Cuando la resistencia ha sido aplastada, las numerosas bioformas terrestres avanzan para destruir al rival, usando un alto porcentaje de criaturas de artillería para aniquilar al rival desde lejos y apoyar con fuego de cobertura las bioformas de asalto.

++++ EXTRACTO DE LA CRIPTOBIBLIOTECA DEL XENOTECNÓLOGO DIOCLEATIUS ++++

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